sábado, 24 de diciembre de 2011

Venid pastorcillos.

Venid pastorcillos, venid a adorar,

Al rey de los cielos que ha nacido ya

Venid pastorcillos, venid a adorar,

Al rey de los cielos que ha nacido ya

Al rey de los cielos que ha nacido ya.

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Un rústico techo, abrigo le da,

Por cuna un pesebre, por templo un portal,

Humildes pastores, vengan a adorar

Y en Él reconocen al rey de Judá.

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Venid pastorcillos, venid a adorar,

Al rey de los cielos que ha nacido ya

Venid pastorcillos, venid a adorar,

Al rey de los cielos que ha nacido ya

Al rey de los cielos que ha nacido ya

-

Con alma y con vida, podemos hallar,

Que Dios niño y pobre nos dice: llegad.

Su madre en los brazos, meciéndole está

Quiere adormecerle, con dulce cantar.

-

Venid pastorcillos, venid a adorar,

Al rey de los cielos que ha nacido ya

Venid pastorcillos, venid a adorar,

Al rey de los cielos que ha nacido ya

Al rey de los cielos que ha nacido ya.

-


http://www.youtube.com/watch?v=MRxzUSGrz9w

http://www.youtube.com/watch?v=_YXegE_lk9U&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=f0xVCnTAiyI&feature=related

viernes, 23 de septiembre de 2011

Actitud.

Mejor es encender una lámpara que maldecir la oscuridad.
(Antiguo proverbio árabe.)

sábado, 4 de junio de 2011

Enfoque biológico.

“La mujer es una rareza entre las criaturas vivientes, pues sobrevive a su vida reproductiva.”
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Dicho en un texto de “Biología de la Reproducción Animal” de la Universidad de Chile.
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Comentario mío: ¡Gracias a Dios!, por esta sobrevivencia, plenamente humana.

sábado, 19 de marzo de 2011

Ojitos de pena.

Max Jara (1886-1965)


Ojitos de pena,
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.
-
La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.
-
Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna.
“¡Qué llanto de niña
sin causa ninguna!”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”.
-
Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:
“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”.
-
Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.
Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”
-
Llorando las propias,
¿quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.

lunes, 14 de febrero de 2011

Del Amor.

(Gibran Jalil Gibran)

Cuando el amor os llame, seguidlo.
Aunque sus caminos sean arduos y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos a él, aunque la espada oculta en su plumaje os hiera.
Y cuando os hable, creed en él, aunque su voz sacuda vuestros sueños, así como el viento del norte destroza los jardines.
Porque así como el amor os corona, también os crucifica. Así como os hace crecer y prosperar, también os poda.
Y así como asciende a vuestras copas y acaricia vuestras más tiernas ramas que se mecen al sol, así descenderá hasta vuestras raíces, y las sacudirá, por más arraigadas que estén en la tierra. El amor, como si fueseis mazorcas, os guarda para sí mismo.
Os desgrana, para que estéis desnudos.
Os cierne para limpiaros de vuestro hollejo.
Os muele, para que estéis blancos.
Os amasa, para que seáis blandos.
Y luego, os destina a su sagrado fuego, para que podáis llegar a ser pan de holocausto en las sagradas fiestas de Dios.
Todas estas cosas hará el amor con vosotros, para que conozcáis los secretos de vuestro corazón, y para que, conociéndolos, lleguéis a ser un fragmento del corazón de la vida.
Pero si en vuestro temor sólo buscarais la paz del amor, y el placer del amor, será mejor que cubráis vuestra desnudez y dejéis atrás las eras del amor; y sigáis vuestro camino hacia el mundo sin estaciones, donde reiréis, mas sin agotar toda vuestra risa, y lloraréis, pero sin verter todas vuestras lágrimas.
El amor no da más que de sí mismo, y no toma sino de sí mismo.
El amor no posee nada, ni deja que se le posea.
Porque el amor se basta a sí mismo.
Cuando améis, no debierais decir: “Dios está en mi corazón", sino: “Estoy en el corazón de Dios". Y no penséis que podéis dirigir el rumbo del amor; porque el amor, si os considera dignos de él, dirigirá vuestro rumbo.
El amor no tiene más deseo que colmarse a sí mismo.
Empero, si amáis, y es inevitable que surjan los deseos, que estos sean los vuestros:
Fundiros y sed como arroyuelo que canta su melodía a la noche.
Conoced el dolor de la inenarrable y excesiva ternura.
Sed heridos por lo que entendáis del amor.
Y sangrad gozosa, regocijadamente.
Despertad al alba, con el corazón alado, y dad gracias por otro día de amor; descansad al mediodía, y meditad en el éxtasis amoroso; volved al hogar, por la noche, con un sentimiento de gratitud; y luego, id a dormir con una plegaria para el ser amado en vuestro corazón, y con un cántico de alabanza en vuestros labios.