domingo, 16 de abril de 2017

AL CRISTO DEL CALVARIO.



(Gabriela Mistral, pseudónimo de

Lucila Godoy Alcayaga [1889-1957])



En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.
Amén.

martes, 14 de febrero de 2017

Los mejores ojos.

(Dudo mucho la identidad del autor)
Ojos azules hay bellos,
hay ojos verdes que hechizan
y ojos negros que electrizan
con sus vívidos destellos.
-
Pero fijándose en ellos,
se encuentra que en conclusión,
los mejores ojos son,
por más que todos se alaben,
los que expresar mejor saben
lo que siente el corazón. 


sábado, 20 de febrero de 2016

Versos Sencillos. Poesía VII

(José Martí Pérez)
 (La Habana, 1853-Dos Ríos, 1895)
  
Para Aragón, en España,
Tengo yo en mi corazón
Un lugar todo Aragón,
Franco, fiero, fiel, sin saña.
 
Si quiere un tonto saber
Por qué lo tengo, le digo
Que allí tuve un buen amigo
Que allí quise a una mujer.
 
Allá, en la vega florida,
La de la heroica defensa,
Por mantener lo que piensa
Juega la gente la vida.
 
Y si un alcalde lo aprieta
O lo enoja un rey cazurro,
Calza la manta el baturro
Y muere con su escopeta.
 
Quiero a la tierra amarilla
Que baña el Ebro lodoso:
Quiero el Pilar azuloso
De Lanuza y de Padilla.
 
Estimo a quien de un revés
Echa por tierra a un tirano:
Lo estimo, si es un cubano;
Lo estimo, si aragonés.
 
Amo los patios sombríos
Con escaleras bordadas;
Amo las naves calladas
Y los conventos vacíos.
 
Amo la tierra florida,
Musulmana o española,
Donde rompió su corola
La poca flor de mi vida.
 

martes, 15 de diciembre de 2015

Al vivir dificultades.



Llevamos este tesoro en vasos de barro, para que aparezca claro que esta pujanza extraordinaria viene de Dios y no de nosotros. Estamos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; desechados, pero no aniquilados.


Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 4, versículos 7 al 9.

sábado, 14 de febrero de 2015

El dulce milagro.


Juana de Ibarbourou (Fernández Morales, de soltera), uruguaya, conocida popularmente como Juana de América (Melo, 8 de marzo de 1892-Montevideo, 15 de julio de 1979)
 
¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura al verme la gente que pasa:
"¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!"

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de éstos y que sólo entiende
que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!

Que requiere líneas y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: "Voy con la dulzura",
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren
que con siete llaves, la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: "Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen".
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia
de un inmenso ramo de rosas de Francia!
 


martes, 14 de octubre de 2014

¡Ayúdame, Señor!

(Anoto parte de la letra de un himno, tal como la recuerdo de haberla experimentado en encuentros comunitarios. El fragmento puede diferir de otras versiones, no sólo por diferencias en mi recuerdo, sino también porque no todos los grupos coinciden totalmente en las letras de las canciones)

Hoy te quiero alabar, mi Señor.
Y no sé, no sé cómo empezar,
no encuentro palabras para Ti, ¡oh Papá!
En mis ojos, sólo hay tristeza,
en mis labios, sólo amargura,
en mi alma y en todo mi ser, soledad.
¡Ayúdame, Señor! Tú que eres
la Luz de mi vida, el faro que me guía
en esta oscuridad.
¡Ayúdame, Señor! Tú que sanas
las heridas de mi alma
y llenas mis vacíos, colmándolos de amor.

lunes, 13 de octubre de 2014

Felicidad suprema.




Victor Hugo (Besançon, Francia, 1802 - París, 1885)

La felicidad suprema en la vida es tener la convicción de que nos aman por lo que somos, o mejor dicho, a pesar de lo que somos.

viernes, 14 de febrero de 2014

DEFINIENDO EL AMOR.

 
Es hielo abrasador, es fuego helado,
  es herida, que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
-
Es un descuido, que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
-
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.
-
Éste es el niño Amor, éste es su abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada,
el que en todo es contrario de sí mismo.

lunes, 25 de febrero de 2013

Ayuno.

(Libro de Isaías, capítulo 58, versículos 6 y 7)
¿No saben cuál es el ayuno que me agrada?
Romper las cadenas injustas,
desatar las amarras del yugo,
dejar libres a los oprimidos
y romper toda clase de yugo.
Compartirás tu pan con el hambriento,
los pobres sin techo entrarán a tu casa,
vestirás al que veas desnudo
y no volverás la espalda a tu hermano.

viernes, 15 de febrero de 2013

Los ojos más bellos.


Heinrich Heine
(13 de Diciembre de 1797, Düsseldorf -
17 de Febrero de 1856, Paris)
 
Traducido por José Antonio Soffia Argomedo
(Santiago, Chile, 22 de septiembre de 1843 - Bogotá, Colombia, 10 de marzo de 1886)
 
Te dio el cielo, feliz criatura,
hermosura, talento y bondad,
y unos ojos que son poesía...
¿Todavía, mi bien, quieres más?
-
He tomado esos ojos por tema
de un poema de gloria inmortal:
¡ningún otro más bello sería!...
¿Todavía mi bien quieres más?
-
¡Y tan fino venero su encanto,
aunque tanto me han hecho penar,
que por ellos feliz moriría!...
¿Todavía mi bien quieres más?

domingo, 23 de diciembre de 2012

Anoche cuando dormía...

 

Antonio Machado Ruiz
(Sevilla, 1875 - Colliure, 1939)

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/pekin_antonio_machado.htm

sábado, 20 de octubre de 2012

En el fondo del lago.


Diego Dublé Urrutia (1877-1968)
Poeta de la Araucanía.
Soñé que era muy niño, que estaba en la cocina

escuchando los cuentos de la vieja Paulina.

Nada había cambiado: el candil en el muro,

el brasero en el suelo y en un rincón oscuro

el gato, dormitando. La noche estaba fría

y el tiempo tan revuelto, que la casa crujía...

Se escuchaba a lo lejos ese rumor de pena

que sollozan las olas al morir en la arena,

y a intervalos más largos esos vagos aullidos

con que piden auxilio los vapores perdidos.

Nosotros, los chiquillos, oíamos el cuento

sentados junto al fuego, y como entrara el viento

por unos vidrios rotos, su frente medio cana,

la vieja se cubría con su charlón de lana.

Era un cuento muy bello: tres príncipes hermanos

que se fueron por mares y países lejanos

tras la bella princesa que la mano de una hada

en un lago sin fondo mantenía encantada.

El mayor, que fue al norte, no regresó en su vida;

el otro, que era un loco, pereció en la partida;

y el menor, que era un ángel por lo adorable y bello,

llegó al fondo del lago sin perder un cabello...

Allá abajo, en el fondo, vio paisajes divinos,

castillos encantados de muros cristalinos

y en un palacio inmenso, de infinita belleza,

encerrada y llorando, vio a la pobre princesa.

Se encontraron sus ojos, se adoraron al punto

y lo demás fue cosa de poquísimo asunto,

pues al verlos tan bellos como el sol y la aurora,

el hada, que era buena, los casó sin demora.

................................................

Así acabó la historia de aquella noche... El gato

se despertó gruñendo, desperezóse un rato

y se durmió de nuevo. Zumbó las ventolina

en el cañón, ya frío, de la vieja cocina...

Se levantó un chicuelo y sin hacer ruido

enhollinó la cara de otro chico dormido...

Yo, me quedé soñando con el príncipe amado

por la bella princesa, con el lago encantado

y también con los tristes y apartados desiertos
 
donde duermen los huesos de los príncipes muertos.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Lo que destruye al ser humano.

Le preguntaron a Mahatma Gandhi: "¿Cuáles son los factores que destruyen al ser humano? Él respondió así: La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.

lunes, 13 de agosto de 2012

Médico, poeta y loco.

(Dicho tradicional)
-
“De médico, poeta y loco, todos tenemos un poco”.
-
Observación: Si esto es cierto, entonces hay una variación gradual desde quienes no se les nota en absoluto, hasta quienes lo demuestran totalmente, pasando por una variedad de situaciones.

lunes, 6 de agosto de 2012

A la Esperanza.

Lupercio Leonardo de Argensola
(1559–1613)

Alivia
sus fatigas
El labrador cansado
Cuando su yerta barba escarcha cubre,
Pensando en las espigas
Del agosto abrasado
Y en los lagares ricos del octubre;
La hoz se le descubre
Cuando el arado apaña,
Y con dulces memorias le acompaña.
-
Carga de
hierro duro
Sus miembros, y se obliga
El joven al trabajo de la guerra.
Huye el ocio seguro,
Trueca por la enemiga
Su dulce, natural y amiga tierra;
Mas cuando se destierra
O al asalto acomete,
Mil triunfos y mil glorias, se promete.
-
La vida
al mar confía,
Y a dos tablas delgadas,
El otro, que del oro está sediento.
Escóndesele el día,
Y las olas hinchadas
Suben a combatir el firmamento;
Él quita el pensamiento
De la muerte vecina,
Y en el oro lo pone y en la mina.
-
Deja el
lecho caliente
Con la esposa dormida
El cazador solícito y robusto.
Sufre el cierzo inclemente,
La nieve endurecida,
Y tiene de su afán por premio justo
Interrumpir el gusto
Y la paz de las fieras
En vano cautas, fuertes y ligeras.
-
Premio y
cierto fin tiene
Cualquier trabajo humano,
Y el uno llama al otro sin mudanza;
El invierno entretiene
La opinión del verano,
Y un tiempo sirve al otro de templanza.
El bien de la esperanza
Solo quedó en el suelo,
Cuando todos huyeron para el cielo.
-
Si la esperanza
quitas,
¿Qué le dejas al mundo?
Su máquina disuelves y destruyes;
Todo lo precipitas
En olvido profundo,
Y ¿del fin natural, Flérida, huyes?
Si la cerviz rehuyes
De los brazos amados,
¿Qué premio piensas dar a los cuidados?
-
Amor, en diferentes
Géneros dividido,
Él publica su fin, y quien le admite.
Todos los accidentes
De un amante atrevido
(Niéguelo o disimúlelo) permite.
Limite pues, limite
La vana resistencia;
Que, dada la ocasión, todo es licencia.

lunes, 16 de abril de 2012

RESUMEN

Amado Nervo (1870-1919)

Resulta, pues, que hui del mundo fútil;

que no gocé ni amasé riqueza

ni honores..., que fui, en suma, un ser inútil.

(¡Santa inutilidad de la Belleza!)

-

...Y mi amigo, el finchado, que se mofa

de aquello que no entiende, así me humilla:

— ¡Menos estimo al que ensambló una estrofa

que al carpintero que ensambló una silla! —

-

Sonrío yo, sin el más leve enfado,

y de mi voz poniendo en el registro

una suave ironía, le respondo:

-

— Pues por algo llegó usted a ministro

y académico; lo han condecorado

la mar, y es conde..., mientras yo, me escondo.