Amado Nervo (1870-1919)
Resulta, pues, que hui del mundo fútil;
que no gocé ni amasé riqueza
ni honores..., que fui, en suma, un ser inútil.
(¡Santa inutilidad de la Belleza!)
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...Y mi amigo, el finchado, que se mofa
de aquello que no entiende, así me humilla:
— ¡Menos estimo al que ensambló una estrofa
que al carpintero que ensambló una silla! —
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Sonrío yo, sin el más leve enfado,
y de mi voz poniendo en el registro
una suave ironía, le respondo:
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— Pues por algo llegó usted a ministro
y académico; lo han condecorado
la mar, y es conde..., mientras yo, me escondo.
1 comentario:
Bello!!! Abrazos.
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